JAVIER MILEI CONTRA LA PRENSA .

Por : GUSTAVO GONZÁLEZ Presidente y CEO de Editorial Perfil.

La mayoría de los presidentes, si pudieran, elegirían vivir en un mundo sin periodistas. Siempre se recuerda, como excepción, a Thomas Jefferson por su célebre frase: “Yo prefiero tener prensa sin Gobierno que Gobierno sin prensa”. Pero, en realidad, es una afirmación que Jefferson sostuvo antes de convertirse en el tercer presidente de los Estados Unidos. Tras asumir el cargo, él mismo criticó con dureza a los periodistas.

Sucede que, cuando el periodismo es independiente de los gobiernos de turno, lo que ese periodismo se encarga de investigar e informar no suele ser lo que los gobiernos quieren o necesitan que se investigue e informe. De hecho, muchas veces es lo contrario de lo que desearían que se conozca. Es allí cuando comienzan las presiones del poder a la prensa. La revista NOTICIAS, lamentablemente, sufrió todas las variables posibles de aprietes a lo largo de su historia. Desde el acoso judicial que caracterizó a la administración Menem hasta la persecución económica del kirchnerismo, pasando por el lacerante asesinato de nuestro fotógrafo José Luis Cabezas, el cual intentó ser encubierto por funcionarios del menemismo. Sin contar los ataques sufridos durante la dictadura contra el fundador de este medio, Jorge Fontevecchia, que concluyeron en su secuestro en un centro clandestino de detención.

Hoy, como otros antes que él, Javier Milei usa los recursos del Estado para intentar silenciar las voces críticas, como las de esta revista y la del propio Fontevecchia. No es muy creativo en ese sentido:

1) Aplica la misma discriminación con la publicidad oficial que usó el kirchnerismo y que ya fue condenada por la Justicia, justamente en la conocida causa promovida por esta editorial y que desde entonces sentó jurisprudencia para toda la prensa argentina. Al igual que las causas que motivaron aquel proceso, este Gobierno vuelve a usar a la publicidad en forma discriminatoria a través de empresas con control estatal, como YPF y Aerolíneas Argentinas, o un banco oficial como el Nación. Lo hace con la misma lógica pasada de utilizar dinero público para premiar y castigar a los medios. Quizá los actuales funcionarios de esas entidades no lo sepan, pero en el año 2011 la Corte Suprema dictó la sentencia definitiva en contra de la discriminación con la publicidad oficial, que incluía a YPF, Aerolíneas y Banco Nación. Lo mismo confirmaron las distintas instancias cumplidas en el fuero Contencioso Administrativo Federal a raíz de la querella por los daños económicos ocasionados durante años a esta revista y a la editorial Perfil: el Estado, organismos oficiales y empresas con participación estatal, pueden invertir en cada plataforma en la que decidan comunicar, con la condición de que lo hagan manteniendo la proporcionalidad que da la relevancia de cada medio en las distintas plataformas (televisión, digital, gráfica, radio, etc.).

2) No paga las deudas de años anteriores (con la gravedad económica que eso supone en un país inflacionado) a los medios más críticos como NOTICIAS o el diario Perfil, y sí lo hace en mayor o menor medida con los medios amigos o menos críticos.

3) Usa la pauta oficial y el pago de deudas del Estado para alimentar a medios, periodistas y trolls que atacan tanto a quienes critican al Gobierno como a aquellos que no son lo suficientemente oficialistas como el Gobierno desearía. Cuando esos medios les dan espacios a las agresiones de Milei y lo hacen sin el menor reproche o sentido crítico, existen altas chances de que esa actitud se relacione con los beneficios económicos que esos medios y periodistas reciben. Es probable que ese sea el mismo motivo por el que suelen silenciar las respuestas de los periodistas y medios agredidos, y de las entidades defensoras de la libertad de expresión.

4) El propio Presidente abusa del poder del Estado para señalar con nombre y apellido a medios y periodistas críticos. En ese sentido, no sólo puso en la mira al fundador de NOTICIAS, sino a otros colegas como Jorge Lanata, Joaquín Morales Solá, María O’Donnell, Marcelo Longobardi, María Laura Santillán, Ernesto Tenembaum, Jorge Fernández Díaz, Carlos Pagni, Silvia Mercado, Hugo Alconada Mon, Diego Leuco, Romina Manguel, Alejandro Alfie y Luciana Geuna, entre muchos otros.

Es cierto que el Presidente suele insultar con facilidad a cualquiera que no piense como él, sean adversarios políticos, economistas o mandatarios de otras naciones. Pero con los periodistas agrava y profundiza los insultos de una forma desconocida hasta ahora. Además de sus reiteradas obsesiones sexuales y chistes de mal gusto, sus agravios preferidos hacia la prensa son “mentirosos”, “extorsionadores”, “operadores” y “corruptos”. Aunque su preferido es “ensobrado”, que para él sintetiza e incluye a todos los demás insultos.

Al menos dos de los periodistas mencionados por Milei ya le hicieron juicio por estas agresiones: Jorge Lanata y Jorge Fontevecchia.