Sunchales fue escenario de una actividad conmemorativa centrada en la figura del veterano Owen Crippa y el avión que piloteó durante la Guerra de Malvinas. La aeronave, un Aermacchi MB-339, fue repatriada recientemente desde Estados Unidos y se convirtió en el eje de una propuesta que reunió a excombatientes, autoridades, instituciones educativas y familias





La jornada se desarrolló en el predio de Automóvil Midget Club de Sunchales, con la participación de integrantes de la primera escuadrilla naval de ataque, fuerzas militares, agrupaciones escolares, y la comunidad en general.
Uno de los momentos destacados fue el desfile de la banda del Liceo General Belgrano junto con formaciones de Gendarmería Nacional.
Además del acto central, se habilitó un espacio donde se presentó el avión repatriado. Aunque la aeronave no cuenta con motor, ya se inició un proceso para recuperar su turbina original, que se encuentra en Perú.
El objetivo es restaurar su funcionamiento parcial como parte de un proyecto educativo y cultural. Durante el encuentro también se presentó el proyecto del museo interactivo que se construirá en Sunchales. La propuesta busca combinar la exhibición del avión con recursos tecnológicos que permitan revivir momentos clave del conflicto bélico.
El Aermacchi MB-339 fue utilizado en una de las misiones más recordadas de la guerra, cuando Crippa realizó un vuelo en solitario sobre el Estrecho de San Carlos y enfrentó a la flota británica. La aeronave, que fue vendida a un coleccionista estadounidense en 2005, fue finalmente recuperada tras una campaña impulsada por el propio piloto y numerosas gestiones públicas y privadas.
El acto en Sunchales también ofreció espacios de reflexión sobre el proceso de desmalvinización que atravesó el país en las décadas posteriores al conflicto.
Como parte de la ceremonia, se proyectaron videos alusivos al operativo de recuperación del avión y se compartieron experiencias sobre el impacto del conflicto en la vida de los veteranos.
La iniciativa forma parte del proyecto denominado “Misión Owen”, que continúa recibiendo aportes voluntarios de la comunidad para sostener y ampliar sus objetivos. Sunchales, en este contexto, se consolidó como un nuevo punto de encuentro para la memoria colectiva sobre la guerra del Atlántico Sur.